La historia de Primaflor ejemplifica uno de los grandes casos de éxito de la agroalimentación de nuestro país. Nació a principios de la década de los 70 para el cultivo de flor cortada, de ahí su nombre. Unos años después comenzó a compatibilizar esta actividad con la producción de lechuga iceberg, cuyo éxito dio pie al cultivo de otras variedades de hoja: cogollos, escarolas, lollos, romanas, baby leaf, así como de verduras de origen oriental. Hoy, la compañía, que comercializa sus productos con la marca Mimaflor, es referencia en toda Europa en hortalizas frescas y dispone de un amplio catálogo de productos de IV y V Gama.
La compañía genera unos 2500 empleos directos en plena campaña de exportación, con mínimos de más de 2000 personas durante el resto del año. Las exportaciones suponen el 40% de sus ventas. Con más de 6500 hectáreas en producción, satisfacen la demanda durante las 52 semanas del año en los más de 20 países donde comercializan.
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